A Tabaré Vázquez le apareció
un Calibán parecido al mío en su pulmón presidencial. Que sea de células
grandes, ubicado lejos de los troncos linfáticos principales.
Además de experimentado
oncólogo, es un político excepcional, situación que me da la oportunidad de aplaudir
sus valores tan ausentes entre nuestros políticos y de saludar al hermoso país
de Juan Carlos Onetti, Juana de Ibarbourou, Delmira Agustini.
Le envío el secreto de mi
pócima, agradecido porque un día la Sociedad de Cirugía del Uruguay me invitó a
ofrecer una conferencia sobre Megacolon y mediterraneidad boliviana. Los
congresistas chilenos partieron pero fui muy aplaudido en Piriápolis.
Sé que Tabaré es un varón de
principios, su palabra y su gestión pueden darnos luz para animar a las generaciones
a venir, que ellas observen valores reales. Le envío encantado mi receta 2019
para que, en su Frente Amplio, ejecute bienes y cumpla con su pueblo. Nada de
política a la boliviana donde existe falsedad, ilegalidad, corrupción, coca-cocaína,
atentado ecológico, irrespeto a la CPE aprobada el 2009.
Querido presidente, continúe
neo- socialista, líder de la no violencia ni de la lucha de clases; Defensor de
la naturaleza y no un falso adorador de la Pachamama como el presidente de
Bolivia; imponga la honestidad como el mejor mensaje americano y, en su ámbito
de salud, siga usted el protocolo de éxito para matar a su Caliban inserto en el
pulmón: Atenolizumab, Carboplastino,
Nab-paelitaxell, con las dosis y el calendario requerido; pero prepare sus
hormonas porque el combate es de hombres y es, realmente patético. Le deseo
éxito.
Le envío también un recorderis
(No Talibán como el comandante del Ejército boliviano inscrito en el MAS.ISP)
Calibán es el nombre de un
personaje siniestro, un mal duende, un monstruo de la obra La Tempestad de William Shakespeare. En dicha obra, Calibán es un
salvaje primitivo, esclavizado por el protagonista Próspero. Representa los
aspectos más materiales, instintivos y bajos del ser humano, frente a otro sirviente de
Próspero que usted debe descubrir para salvarse.
Calibán es el engendro, hijo
de la bruja SYCORAX y de un DIABLO.
Expulsada de Argelia Sycorax
se refugió en la isla en la que transcurre toda la obra de Shakespeare. Allí es
donde da a luz a Calibán antes de la llegada de Próspero, quien lo crió como a un esclavo.
Próspero explica su dureza
hacia Calibán porque, según él, cuando era pequeño y lo trataba con
naturalidad, éste intentó violar a su hija Miranda, algo que el propio Calibán
acepta y confirma graciosamente que de no ser interrumpido habría poblado la
isla con una raza de Calibanes como sucede en Bolivia en un sinnúmero de
instituciones.
Tabaré no se deje estar,
luche y sane.
Gastón
Cornejo Bascopé
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