Gastón Cornejo Bascopé
4 de Abril de 2019
Llegué al aeropuerto y
encontré al Dr. José Ramírez Voltaire, un camarada luchador de causas justas, nos
saludamos fraternalmente. ¡Tenemos que
comenzar el asalto a las aspas de molino de la suciedad humana! me dijo y
ofreció entregarme documentos valiosos de Greta, un nombre femenino alemán que
me recordó a la amante de Hitler.
Más tarde insistió con su
llamada de Quijote presto a iniciar su cruzada idealista a la que no di mayor
atención por encontrarme enfrascado en otros desafíos universitarios.
Finalmente, abro sus documentos con desgano y descubro un cuadro maravilloso
que a continuación desarrollo en breves pinceladas.
Una niña sueca de 15 años
llamada Greta Thunberg, ha contagiado a los jóvenes de todo el mundo. Decidió
abandonar las aulas cada viernes para protestar ante el parlamento sueco con
tres palabras: Fridays for future.
Ya en diciembre pasado fue
invitada a la última cumbre en Polonia, habló apenas tres minutos: “Decís que amáis a vuestros hijos más que a
nada, sin embargo, le robáis el futuro ante sus propios ojos” ”No hay suficiente tiempo para esperar a que
crezcamos y tomemos el control” “¿Para qué sirve la educación si los políticos
no escuchan a las personas que tienen más conocimientos? ¿Qué sentido tiene
estudiar para un futuro que no va a existir?
Resulta que, siguiendo su
ejemplo, el 15 de marzo pasado, miles de estudiantes de 60 países hicieron una
huelga sin precedentes para exigir a los líderes mundiales que adopten medidas
urgentes contra el cambio climático. Adolescentes y jóvenes irrumpieron
pronunciándose contra la fecha límite de 2030 para revertir el desastre
climático que ya alcanzó un grado Cº con la extinción de miles de especies, el
notorio detrimento alimentario mundial, la aparición de refugiados climáticos y
el oscuro pronóstico de ecocidio planetario.
Ya en febrero, 70 mil
escolares participaron de la huelga climática en 270 ciudades. El tema salió de Suecia a
Polonia, España, Bélgica y esperemos que
a todo el mundo y llegue a Cochabamba. Es un movimiento mundial soberbio
protagonizado por menores de edad pero mayores en energía, sabiduría y mensaje.
Mejor que esa juventud nos sepa que el arsenal atómico acumulado por infelices
7 países puede liquidar el planeta Tierra 25 veces.
Imaginemos a los estudiantes
bolivianos de humanidades y universidades en huelga cada viernes, en protesta
por la destrucción de las reservas ecológicas nacionales a partir de un
gobierno que, dogmáticamente logró la Carta de la Tierra en Tikipaya, para
luego destruir y asesinar a la Pachamama con impunidad de bárbaros de la
ecología; Chaparina, Tipnis, Parque Tunari, Tariquía y otros.
¡Que llegue pronto la noticia
y la huelga comience en colegios y universidades, en los templos, en los
hospitales, en las plazas, en los parques y calles de nuestras ciudades; en las
estancias agrícolas de los latifundistas, todas saturadas de carbono,
glifosato, transgénicos, biocombustibles y, cocaína, de los productores y
contrabandistas que lesionan la sagrada imagen de la patria.
Que estas graves noticias
lleguen a la tribuna de debate pre electoral –si es que llegan- y si es que se
posibilita que los candidatos opositores abran la boca.
Esperemos que se incendie la
pradera y que los responsables concluyan en el averno acompañados una eternidad
de Luzbel, Satán, y toda la legión de demonios, eternamente.
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