Gastón Cornejo Bascopé.
Cochabamba, diciembre 2017.
¡Juro por el Dios Asclepio y el padre Hipócrates, respetar y
hacer respetar el Acto Médico que contiene en su esencia, las siguientes
cualidades: Soluciona integralmente todos los problemas de
salud. Tiene la capacidad de restablecer la función y el equilibrio emocional. Utiliza
el método científico y la medicina basada en evidencias. Resuelve la
problemática clínica con un actualizado estándar de excelencia y seguridad para
el paciente.
Tendré siempre en la mente la importancia
de su trascendencia tecnológica y social para ganar
la estima del pueblo e incentivar la participación social de la comunidad en lo
referido a la salud. Que el aprendizaje y la puesta al día de los conocimientos
será una responsabilidad continua así como la de todos los recursos humanos en
salud. Que la profesión involucra en mi espíritu, aptitud y vocación de
servicio. Que la Investigación científica será el leit motiv de mi existencia.
Que el desempeño correcto de mi actuar será evaluado solo por mis pares. Jerarquizaré
la Atención Primaria de Salud y la Medicina familiar. Aceptaré que la atención
especializada de
la urgencia, emergencia y desastres sea absolutamente gratuita. Que es vital la
prevención de toda enfermedad y la promoción de la salud, que genera capital
económico, será siempre un primordial objetivo. Que la organización y el
funcionamiento eficaz del Servicio Nacional de Salud en Bolivia debe ser competencia
exclusiva de los propios médicos, no permitiré jamás que sea administrado por
un partido político.
Convencido que el Acto Médico
resultante de los conocimientos científicos, tecnológicos, experiencia
benefactora, conlleva cualidad ética. Por todo ello, me comprometo a lograr, en
aprendizaje y mediante la educación
enfocada en problemas, la maestría que no alcanza ninguna otra profesión. Comulgo
con los sagrados principios de la bioética: Beneficencia, No
maleficencia, Justicia y Autonomía (Devienen del Informe Belmont 1974 -
Beauchamp y Childress-Pôtter 1999 – DDHH - Normas jurídicas clásicas), Los enriqueceré
con valores humanos de solidaridad, equidad, confidencialidad, honestidad y absoluto
respeto a la dignidad de persona.
Este
juramento quedará marcado en impronta de fuego en la interioridad de mi
consciencia. ¡Si no cumplo este
juramento, que la maldición histórica me condene al olvido!
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