IMPORTANTE CORRESPONDENCIA EPISTOLAR
ENTRE EL ESCRITOR HISTORIADOR PERUANO DOCTOR MARIANO FELIPE PAZ SOLDÁN,
DIRIGIDA AL MÉDICO Y PREFECTO DE COCHABAMBA DR. CLÉÓMEDES BLANCO FERRUFINO.
(*) Mariano Felipe Paz Soldán y Ureta
Fecha de nacimiento: 22 de agosto de 1821, Arequipa,
Perú
Fallecimiento: 31 de diciembre de 1886, Lima, Perú
Padres: Manuel Paz Soldán y Gregoria de Ureta
Araníbar
Fue un historiador y geógrafo
peruano. Se le considera el fundador de la moderna historiografía peruana,
siendo su aporte más valioso su monumental Historia del Perú. Fue por mucho
tiempo el único estudio documentado de las primeras décadas de la República
peruana. Es también autor de un Atlas geográfico del Perú, el
primero de su género (1865), y de la Narración histórica de la guerra
de Chile contra Perú y Bolivia, la primera historia peruana de la guerra del Pacífico (1883).
Como hombre de Estado fue ministro de Relaciones Exteriores (1857) y ministro de Justicia e Instrucción (1869-1870 y 1878-1879).
Nuevamente fue nombrado ministro de Justicia e Instrucción
(1878-1879), bajo el gobierno constitucional del general Mariano Ignacio
Prado.
Interinamente se hizo cargo de la Cancillería, en mayo de 1879, en plena guerra con Chile.
Ocupada Lima por lastropas chilenas,
al igual que muchos de sus compatriotas buscó refugio en Buenos Aires, donde fue nombrado profesor en el Colegio Nacional
Buenos Aires y donde escribió y publicó una
historia de aquella guerra (1884). En Argentina (donde prácticamente cobró
carta de ciudadanía) se destacó por recopilar datos geográficos e históricos y
supervisar la edición del célebre Gran
Atlas de la República Argentina o Atlas geográfico Argentino. Cuando Lima
fue ocupada por los chilenos, se cuenta que salió disfrazado de marinero y se
desterró voluntariamente a Buenos Aires, donde se ganó la vida como profesor
universitario y publicó La narración histórica de la guerra de Chile con Perú y
Bolivia,
Retornó al país en 1885, y un año después falleció tras una
penosa enfermedad en su biblioteca, rodeado de sus libros y mapas. Sus últimas
palabras fueron: “Dios, patria y escuela
para la felicidad de mi país”. Tenía 65 años.
(*) Blanco,
Cleómedes Ferrufino (Cochabamba, Bolivia 1828-1893)
Médico cirujano, farmacéutico, catedrático, higienista se destacó por realizar importante campaña de lucha contra el paludismo y fiebre tifoidea.
Natural de Cochabamba, Bolivia, donde recibió la formación primaria y secundaria; inició estudios de medicina en la Universidad de San Andrés de La Paz; en el año 1857 se trasladó a Lima, inscribiéndose en el 7° año de Facultad de Medicina, que completó exitosamente, junto con las prácticas clínicas realizadas en el Hospital de San Andrés de varones y el Anfiteatro donde ejerció como Director. Bachiller y licenciado en 1° de octubre de1859, ejerció un tiempo en Lima y el año 1865 se trasladó a la ciudad de Arequipa, donde fue nombrado Profesor de Clínica Externa, Partos, Enfermedades de Mujeres y Niños, bajo dirección del Decano Dr. Manuel M. Pérez Araníbar; cargo que desempeñó con dedicación y calidad profesional.
Médico cirujano, farmacéutico, catedrático, higienista se destacó por realizar importante campaña de lucha contra el paludismo y fiebre tifoidea.
Natural de Cochabamba, Bolivia, donde recibió la formación primaria y secundaria; inició estudios de medicina en la Universidad de San Andrés de La Paz; en el año 1857 se trasladó a Lima, inscribiéndose en el 7° año de Facultad de Medicina, que completó exitosamente, junto con las prácticas clínicas realizadas en el Hospital de San Andrés de varones y el Anfiteatro donde ejerció como Director. Bachiller y licenciado en 1° de octubre de1859, ejerció un tiempo en Lima y el año 1865 se trasladó a la ciudad de Arequipa, donde fue nombrado Profesor de Clínica Externa, Partos, Enfermedades de Mujeres y Niños, bajo dirección del Decano Dr. Manuel M. Pérez Araníbar; cargo que desempeñó con dedicación y calidad profesional.
Como Cirujano Militar adscrito al Ejército del Perú intervino en
los combates del 2 de mayo de 1866 en el Puerto del Callao, y fue declarado por
el Congreso “Benemérito de la Patria en grado heroico”. Luego de ejercer varios
años en Lima se trasladó a Cochabamba, continuando con el ejercicio de la profesión,
fue nombrado corresponsal de la Sociedad Médica de Lima.
En 1874, participó en la elección del sitio destinado al nuevo
hospital de la Ciudad de Cochabamba, merced a la petición formulada por el
Concejo Municipal, habiendo convocado para el efecto al cuerpo médico local;
tomándose en consideración el predominio de la dirección de los vientos
existentes, se aprobó el estudio formulado por el Dr. Blanco.
Con motivo de la sequía producida en 1878 y consiguiente hambruna en el Departamento de Cochabamba, se formó una comisión de médicos integrada por los doctores Cleómedes Blanco Ferrufino, Mariano Virreira y Julio Rodríguez Morales, certificando la naturaleza de la epidemia como paludismo; agravándose posteriormente con un brote de fiebre tifoidea, originó que un elevado número de pacientes fueron internados en el hospital.
Con motivo de la sequía producida en 1878 y consiguiente hambruna en el Departamento de Cochabamba, se formó una comisión de médicos integrada por los doctores Cleómedes Blanco Ferrufino, Mariano Virreira y Julio Rodríguez Morales, certificando la naturaleza de la epidemia como paludismo; agravándose posteriormente con un brote de fiebre tifoidea, originó que un elevado número de pacientes fueron internados en el hospital.
Como docente ejerció el cargo de Profesor de la Facultad de
Medicina y de la Escuela de Obstetricia. Incursionó en la política fue
elegido Vocal y luego Presidente del Concejo Municipal y Prefecto de
Cochabamba.
Publicó los siguientes estudios: Hidrotórax izquierdo producido
por la supresión de un exantema. Gaceta Médica, Lima 1863; Piotórax del lado
izquierdo consecutivo a una pleuresía, GM 1863; Memoria sobre la acción
patógena del pepino (solanum variegatum) GM 1863; Nuevo método de tratamiento
del tétanos por la cicuta, con 206 observaciones, 1864; y el especial estudio
científico titulado “Constitución médica de Cochabamba” publicado en la Gaceta
Médica de Lima. 1875.
Falleció en Cochabamba el 12 de junio e 1893; en homenaje a su memoria y labor profesional, un pabellón del Hospital Viedma lleva su nombre.
Falleció en Cochabamba el 12 de junio e 1893; en homenaje a su memoria y labor profesional, un pabellón del Hospital Viedma lleva su nombre.
Hijo del primer presidente boliviano Pedro
Blanco Heredia asesinado en la Recoleta por Ballivián Armaza y Vera 1828.
Casado con Edelmira Galindo Argüelles (Hija del Gral. León Galindo del ejército
Libertador de Simón Bolívar.
I.- S.D.D Cleómedes Blanco
Lima, mayo 2 de 1882
Muy querido amigo:
He tenido mucho gusto con la lectura
de su carta del 31 de Marzo.
Lo felicito por el nacimiento de un
hijo varón que heredará las virtudes y méritos de su abuelo y de su padre (Se
refiere al Gral. Pedro Blanco Heredia y
al Gral. Carlos Blanco Galindo); tiene buenos ejemplos que imitar, y él
como los que nazcan en adelante sabrán
vengar las ofensas que nuestras dos naciones han recibido de Chile.
Me sirve de gran satisfacción y
consuelo el saber que en Bolivia, con raras excepciones, todos están de acuerdo
en no ceder á las insolentes e insensatas pretensiones de Chile. No necesitamos
para burlarlo sino resignación y esperar
Es cierto que con este plan se
sufrirá mucho, en particular el Perú que está en las garras de un enemigo, y
devasta la propiedad privada y se adueña de las entradas fiscales pero estas no
bastan para reponer las continuas bajas
de su ejército por la peste, la deserción y los pequeños encuentros con las
guerrillas en el interior.
De enero a la fecha han perdido más
de dos mil hombres, sin contar los enfermos que por centenares y como inválidos
van a Chile en los vapores.
Yo y muchos otros estamos persuadidos
de que los Estados Unidos tomarán parte muy activa en nuestros negocios y
obligarán a Chile a ceder e sus pretensiones; así lo deducimos de la lectura de
los diarios de aquella nación; de cartas particulares de muchos neutrales y de
lo que aconsejan la política y los intereses de aquella nación.
Le repito, Bolivia y el Perú solo
necesitan seguir como hasta hoy, firmes y unidos.
Aquellos que como Salinas Vega, Arce
y un círculo creen que uniéndose a los chilenos obtendrán la posesión de Arica
y todo el departamento de Tacna, solo piensan en lo presente y no quieren ver
las consecuencias que la menor sería una prolongada aunque intermitente guerra,
cuyos gastos serían mayores que las ventajas que proporcionarían Arica y Tacna.
Yo creo que nada es más fácil que un
arreglo definitivo y perdurable en las cuestiones aduaneras entre nuestras
repúblicas; únicas que han perturbado y pudieran perturbar nuestras buenas
relaciones.
El día que los ferrocarriles de Puno
y de Tacna se prolonguen, el uno hasta La Paz y el otro hasta Oruro y otro
punto del otro lado de la cordillera, nada habría que desear, desde que los
carros de mercaderías desembarcadas en Arica o Mollendo pudieran pasar cerrados
y sellados hasta Bolivia. Dejando Bolivia los derechos que produzcan sus
mercaderías en beneficio de un empresario; y que el Perú por otra parte también contribuya a ello, no faltarán especuladores que ejecuten esas obras. Felizmente,
los hombres que gobiernan nuestros
países, ya tienen la convicción
de que este es el medio más barato y eficaz de borrar toda causa e mala
inteligencia.
Yo sigo siempre en mi tarea antigua
de escribir la Historia de mi patria; ya tengo listos para dos o tres volúmenes; uno de ellos abraza la
época de 1827-1833 en la cual tanta parte cupo a Bolivia y a su señor padre el
héroe de Junín y Ayacucho General D, Pedro Blanco Heredia.; no la he impreso,
porque he creído que durante nuestra guerra actual con Chile, no convenía pues
de ella sacaría argumentos para
injuriarnos.
También tengo escrito mucho sobre la
presente guerra y si no me encontrara tan escaso de recursos ya la habría
enviado a Francia para que allá se imprima.
Tengo la convicción que quizá lea lo
que he escrito, verá con claridad todos los hechos desde sus antiguos
antecedentes hasta hoy día.
Pero, ¡Qué hacer amigo mío! Cuando en la actualidad conseguir mil quinientos o dos mil pesos plata
es casi imposible.
Con este motivo le diré que necesito
tener algunos folletos muy importantes publicados en Bolivia y que espero que
Usted me haga el favor de conseguirlos. Son los siguientes:
1º Informe del Gral. Campero a la
Convención Nacional de 1880. Como general en jefe del ejército aliado y un
cuadro con el plano de la batalla (Se refiere a la batalla del Campo de la
Alianza en Tacna 17 mayo 1979)
2º. Semblanzas de la guerra el
Pacifico por J.V. Ochoa.
3º.-Ligeras reminiscencias del Capo
de la Alianza por el Coronel Miguel Aguirre.
4º1 Informe histórico del Servicio
prestado por el Cuerpo de Ambulancias del Ejército Boliviano, por el Dr. Zenón
Dalence.
5º. Dos palabras al Exmo. Sr. Narciso
Campero por Joaquín Lemoine.
6º Daza y las Bases chilenas de 1879
por Gabriel René Moreno.
Tengo algunos de estos pero en
cuadernos de los Diarios que no tienen los documentos ó cartas. Si me los
consigue, mándemelos por algún conducto
seguro, mas NO por el correo, porque se pierden, pues los chilenos se apropian
e lo que quieren y aún abren las cartas y a veces no les dan curso; por esto
las que V. me envíe que vengan bajo el sobre de alguna casa de comercio.
Por lo que hace de negocios y estado
de toda mi familia, tengo el gusto de comunicarle que en los funestos años de
1879 al presente, todos gozamos de salud corporal, aunque el espíritu afligido
por las desgracias públicas.
Carlos y Pepita le retornan sus
afectuosos recuerdos; mi descendencia; ya tengo nueve nietos, dos de ellos hombrecitos;
y de un momento a otro espero uno más.
Panchita que lo recuerda a V
continuamente me encarga saludarlo. También goza de salud. Yo, aunque viejo,
conservo toda la fuerza de espíritu suficiente para contribuir a sostener el
entusiasmo patriótico y no desmayar hasta que nuestras repúblicas se vean
libres de su feroz enemigo, y que un día llegará en que mejor preparados y con
buen jefe al frente, lograremos lavar nuestras desgraciadas manchas en la
guerra presente.
Salude V- a la Sra. Edelmira, y V.
sabe que en esta su casa lo queremos muy de corazón.
Su amigo
Mariano Felipe Paz Soldán.
………………………………………………………………………………..
II.-
Sr D.D. Cleómedes Blanco
Lima, Octubre 26 de 1882
Mi querido amigo.
Su carta del 6 de agosto (fecha de
recuerdos gloriosos para la patria de
V.) animándome el envío de algunos folletos publicados allá, los recibí oportunamente y hace casi un mes
que están en mi poder todos esos impresos. Ante todo diré a V. que los Diarios
de Cochabamba que me mandó V. honran a
cualquier país, porque ellos dan a conocer que hai hombres que se ocupan en
estudios serios.
Lo felicito á V. por tales progresos
y aliente á los que tan ilustradas publicaciones hacen.
He leído y analizado todos los demás
cuadernos; al de Zenón Dalence es también una honra para Bolivia y para su
autor; en el se vé buena fé, patriotismo y el buen cumplimiento de su deber; no
así el del joven Ochoa que si manifiesta
talento, le falta la imparcialidad y moderación en su lenguaje, sin esos graves
defectos, ese joven hubiera ganado grande reputación.
Agradezco a V. amigo querido, el
valioso contingente de esos folletos que me han servido de mucho en mi actual
trabajo y me han aclarado muchos puntos oscuros ó dudosos; ha hecho V. un
servicio a su patria y a la historia;
porque en cuanto yo escribo proceso con fría imparcialidad y verdad
histórica por esto le agradeceré
infinito que no deje V. de enviarme cuanto se haya escrito relativo a la
actual guerra; muy especialmente le pido lo siguiente:
El
de Gabriel René Moreno sobre Daza y las Bases chilenas
Defensa
de Luis Salinas Vega
Diario de la Campaña por Ochoa
Diario de la Campaña se la 5ta
División del Gral. Campero.
Entiendo que se ha publicado también
una historia de la guerra por un señor Núñez.
En una palabra, no deje V de
remitirme cuanto pueda, ya que sacaré
provecho de todo cuanto tenga V reunidos algunos folletos puede V. entregarlos
al Ser. Gregorio de las Carreras, en Coro Coro, ó bien, mandarlos por persona
segura á Tacna dirigidos al r. Guillermo Mc Lean, con una cartita diciéndome
que me los remita a Lima. El señor está ya advertido.
Hasta hoy nada de importancia se ha
publicado en Lima por la absoluta prohibición de imprimir nada que se refiera a
negocios políticos; pero uno que otro cuadernito publicado en Guayaquil los tendrá V. tan
luego como encuentre conducto seguro- y cuidaré
reunir y separar cuanto se publique.
Creo que sería útil para Bolivia el que circularan aquí algunos de los
folletos que V. me remite, que yo me encargaré de entregarlos á personas que
saquen provecho histórico.
En cuanto a política en relación con
la actual guerra ¿Qué le podre decir querido amigo?
Estamos sin libertad, estamos
muriéndonos de hambre. Los pesos fuertes
representados en casas, chacras, haciendas, se han convertido en dos centavos plata; y sin embargo, nos
imponen contribuciones enormes; a mí y á mi hijo, no han impuesto cuatro mil
soles plata, o sea, sesenta mil soles billetes; y vendiendo mis muebles y
comprometiendo mi crédito he podido pagar
por salvarme de un destierro y vejaciones.
Creen los chilenos que de este modo
conseguirán que se firme la paz tal cual
ellos lo desean y en mi opinión se equivocan.
En fin, amigo mío, es preciso sufrir con resignación los males
presentes que servirán de lección, no a mí y otros que ya somos viejos, sino a
los jóvenes. Por esto conviene generalizar la instrucción y enseñar lo que es
Patria, lo demás vendrá por sí.
En casa todos buenos felizmente. Pero
con la familia de mi hijo, porque los chilenos se han apropiado de su casa
porque en los bajos estaba el telégrafo.
Reciba V. memorias de Panchita,
Carlos, Pepita, Sabe V. que lo queremos mui de veras, como el mejor amigo.
Mariano Felipe Paz Soldán.
………………………………………………………………………………
III.-
Sr.
Dr. Cleómedes Blanco
Buenos Aires. Enero 15 de 1885
Mi querido amigo.
Ha sido un gran consuelo para mi, la
lectura de su afectuosa Carta13 de Noviembre último, que recibí con notable estudio.
En Lima recibí algunos folletos que
V. me remitió y le contesté acusando recibo; no recuerdo si son los que
encomendó V al Sr, Leitter.
Bien comprenderá V lo que sufre mi
corazón al ver lo que pasa en el Perú; parece que allá todos han perdido el juicio.
El traidor Iglesias habría caído por
sí solo dejándolo en Lima; pero Cáceres procedió de distinto modo y eso lo ha
asegurado en su silla por algún tiempo más. No hai otro consuelo que esperar.
El libro que publiqué aquí: ”Narración histórica “ se lo remitiré en
la próxima oportunidad ; de pronto le envío un cuadernito que contiene el
índice, Prólogo y el Juicio de la prensa argentina.
Estoy aquí con Panchita y tres de mis
nietecitas que me sirven de consuelo. En la actualidad estoi haciendo imprimir
el “Diccionario Geográfico Estadístico
Argentino”.
Antes de un mes principiaré también a
imprimir la Historia de la Confederación Perú Boliviana. Esto alivia en parte
la amargura del destierro.
Felizmente aquí he recibido, yo y mi
familia, muy distinguidas pruebas de aprecio, de toda la sociedad más notable.
Panchita retorna a V. sus afectuosos recuerdos y me encarga se los dé V a su
amable Señora con n besito a sus hijitos..
Sabe V cuan de corazón lo quiere y
aprecia un viejo amigo.
Mariano Felipe Paz Soldán.
La
dirección de mi casa es Juncal 131.
Al pie existe una nota
con la letra del Dr. Cleómedes Blanco Ferrufino
“La Razón Nº 149. Carta
de Zoilo Flores.
Bolivia en la Guerra del
Pacifico. Fuentes 112.
La Gaceta Municipal”
Posiblemente son los
folletos que envió al historiador Paz Soldán.
COMENTARIO:
Tres extensas cartas enviadas por el
reconocido historiador peruano al amigo médico también político boliviano egresado
de San Marcos e iniciado profesionalmente (Arequipa-Lima). En Cochabamba tuvo
una gran actuación médica, cívica, política y humanitaria.
Es notable la información que se extrae de las cartas enviadas a
Cochabamba, los juicios de valor histórico, las dificultades de vida y la labor
desempeñada por el historiador Paz Soldán cuyos textos son de consagrada
lectura y estudio.
El patriotismo que decantan así como
el sufrimiento por la invasión chilena a Lima, la capital del Perú; son
elocuentes en el relato que revela realismo y tormento existencial.
La guerra vejó también a la soldadesca
chilena pero sobre todo a la dignidad del pueblo peruano y del boliviano.
Importa conocer que los medios de prensa en Bolivia, sobre todo en Cochabamba,
El Heraldo y El Comercio, publicaban impresos de gran valor. Los envíos desde
Cochabamba al escritor Paz Soldán fueron instrumentos útiles que aportaron,
gracias a la genuina amistad de ambos seres, documentación primaria fundamental
y sobre todo veraz en favor de Bolivia y del Perú.
La biblioteca del Gral. Carlos Blanco
Galindo entregada al Sr. Fernández de CONDEPA para enriquecer los archivos
municipales de la Casa de la Cultura de Cochabamba, contenía toda la colección
histórica del escritor Mariano Felipe Paz Soldán. Lastimosamente, se perdieron.
Dr.
Gastón Cornejo Bascopé
Presidente
de la Sociedad de Geografía, Historia y Estudios Geopolíticos Cochabamba.
Ex
Senador de Bolivia
Cochabamba, noviembre
de 2017
Mar
para Bolivia: www.cochabamba-historica.com
Cel.
774-46696 - 44281788
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