Gastón
Cornejo Bascopé
Ex
Senador de Bolivia 2005-2009
Cochabamba,
Mayo 2006.
Derrocado
el gobierno de Hilarión Daza, por iniciativa, influencia y acción del entonces
coronel Eliodoro Camacho durante la guerra del Pacifico, el pueblo de Bolivia
al “encomendar” al Gral. Narciso Campero la presidencia de la república, le
impusieron (como reza el decreto de convocatoria de 6 de febrero de 1880) el
mandato de reunir una convención nacional que reorganizara la República.
La
verdad es que dicha “encomienda” fue gestada en plena campaña por personajes
enemigos de Daza, cual lo afirma la
revisión histórica de Edgar Oblitas Fernández llevada a la información fílmica
en “Amargo Mar”. Monseñor Miguel de los Santos Taborga en su epistolario con el
Gral. Eliodoro Camacho comenta y concluye que la Retirada de Camarones fue obra
de Camacho y el golpe de Estado fue gestado por Baptista, Camacho. Arce y
Campero, mientras éste último hacía pasear a la V División en el sur de Bolivia
y Chile ejecutaba su artera invasión.
Esta Convención que debía reunirse en Oruro el 28 de abril, se
reunió en La Paz el 25 de mayo (*). Su primer presidente fue el ciudadano
Daniel Calvo que en el acto inaugural pronunció la siguiente frase:
Señores
diputados: Arrastrados por la tempestad, nos vemos hoy al pie de la cordillera
real de Bolivia, a cuya presencia e invocando el nombre de su Autor, hemos
prestado el juramento de cumplir los grandes y solemnes deberes de nuestro
cargo. La patria creada por el esfuerzo
viril de nuestros mayores, es hoy mutilada: el lavado de la conquista, año
emblema de barbarie, flamea en nuestro territorio y el grito de guerra
repercutido de valles en montañas, lleva a todas partes el anuncio de dolorosos
infortunios; oímos en plena época cristiana, las ruidosas pisadas de las hordas
de Tamerlán,(**) proclamando por toda ley el derecho de la fuerza – Sea en hora buena; vosotros venís a hacer conocer al
mundo el sentimiento de Bolivia; vuestra palabra y vuestros actos, serán dignos
de elevación de los negocios que vais a ocuparos, de las esperanzas de la
patria, y de la majestad de los supremos momentos que alcanzamos. Señores diputados:
Que Dios bendiga vuestros trabajos y que os sea dado escuchar, durante ellos,
el grito de la victoria, cuyas vibraciones parecen anunciarse en el aire. Queda
instalada la Convención Nacional de 1880 (Aplausos)
Entre los parlamentarios de esa
insigne Convención distingo a los siguientes: Nataniel Aguirre, Miguel
Aguirre, Jacinto Anaya, Fidel Aranibar, Eulogio Baya, Venancio
Jimenez, Daniel G. Quiroga (Mi bisabuelo), José María Santivañez,
Eliodoro Villazón, Eulogio Bayá, Fidel Cáceres, Manuel María Cossío, Francisco
Hermógenes Mir, cochabambinos. Por
supuesto al presidente de la Convención Daniel Calvo y a los representantes de
Antofagasta Toribio Gutiérrez y Manuel María Abasto de Atacama, Eloy Fernando
Guachalla de Omasuyos, Miguel de los y Santos Taborga Severo Fernández
Alonso de Sucre, Modesto Omiste de Potosí.
Esta
patriótica convención rescató la dignidad de la patria en los graves momentos
de la violencia guerrera iniciada por Chile contra el territorio nacional; debatió
importantes proyectos, como la devolución y el derecho propietario de la tierra
de las comunidades indígenas que Melgarejo había enajenado; la supresión del
pongueaje instaurado en la Colonia. Lo más importante: soportó la presión
chilena de firmar un Tratado de Tregua y de Paz, considerados entonces como un
acto de traición a la patria. (Véase el discurso de Benjamín G. Quiroga en la
Catedral de Cochabamba. 1880). Como sucedió después de la Guerra Civil y la
matanza de Ayo Ayo cuando Chile pretendió la polonización de Bolivia, fueron
parlamentarios patriotas que sublimaron la majestad de la patria, convocando a
la unidad nacional, al sacrificio sin límite. No tuvieron éxito, en el primer
caso los políticos impusieron la traición en el Tratado de 1895 y de 1904; y en
los de Cosmini Ayo Ayo, los de Pando empujaron a los aymaras criminales del
temible Willka, impusieron el unitarismo llevándose la capitalía a La Paz.
Abril. 2016. La mayoría
parlamentaria aprueba temas contra la unidad nacional, soslaya la fiscalización
debida, niega el bienestar colectivo, oscurece su visión ante el acontecer
político futuro, otorga complacencia a la imagen de la patria manchada por la
coca-cocaína-narcotráfico-drogadicción, estimula el demérito, la improvisación
administrativa y la intervención política partidaria en todos las
instituciones. (Fondioc-Evo Cumple – Camc
– Licitaciones - Tratado energético con Rusia - escándalos morales – Chaparina
– Reeleción - Ataque a la Carta Pastoral - Traición con la firma del Pre-Acuerdo
del Silala - medios de comunicación – salud – justicia – defensoría - nueva ley
de la coca cocaína (***)
(*) Publicada en El Heraldo se
registra una carta de tono inaceptable, una llamada de atención del General
Campero a Ladislao Cabrera por haber dispuesto que la Convención sea inaugurada
y funcione en La Paz y no en Oruro como había ordenado el Jefe de Bolivia e
inmediato presidente luego de la derrota del Alto de la Alianza.
(**) Tamerlán
Conquistador tártaro.
(***) A mediados de mayo el gobierno ordena que las
instituciones culturales de la patria: Casa de la Moneda-Cerro de
Potosí-Archivo Histórico Nacional, y quiera Dios no esté incluida La Casa de la
Libertad de Sucre, pasen a depender administrativamente del Ministerio de
Cultura, instituición del Ejecutivo con antecedentes de corrupción en el caso
Tiwanacu y la intervención político partidaria.
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