lunes, 24 de julio de 2017

LUIS LUKSIC

Con grata sorpresa recibí la noticia del homenaje al personaje de la generación de mis mayores, don Luis Luksic, excelente poeta, pintor, titiritero, cuenta cuentos, escritor y sobre todo, connotado político boliviano. Nació en Potosí el 20 de febrero de 1911 y murió en el hospital universitario de Caracas, Venezuela, el 16 de septiembre de 1988, víctima de la enfermedad. “Fue muy querido y admirado pues cultivó muchos amigos en Venezuela y nadie lo abandonó, lo apoyaron siempre e incluso en aquel momento se encontraba acompañado de su hijo Carlos Luksic Nava".(no murió en el desamparo como afirman algunas  fuentes). Lleva el apellido de la madre que es de origen croata, el padre apellidaba Betancour.

A partir del 20 de septiembre próximo se efectuará una exposición de sus pinturas y dibujos en la Casa de la Cultura “Cecilio Acosta” de Los Teques en Venezuela con motivo de celebrar 24 años de su fallecimiento. La exposición titulará “Luksic: inocente huésped de la alegría de vivir”.

Mi aproximación a él nació en la investigación de su amistad con Alberto Cornejo Soliz con quien mantuvo algún contacto epistolar desde su destierro en 1950.  Con él fundó el PIR y luego fue militante del Partido Comunista Boliviano.

Sé que estudió en Oruro, luego en la Escuela de Bellas Artes de La Paz. Que viajó a Santiago de Chile para estudiar medicina. Que allá conoció a Pablo Neruda, Pablo de Rokha y a Vicente Huidobro, los tres grandes poetas chilenos de ese tiempo; también a Juvencio Valle y Alberto Rojas Jiménez,  VolodiaTeitelboin, éste último lo incluye en una Antología de poetas chilenos; en Chile organizó la primera exposición de murales infantiles, dio charlas y expuso sus pinturas; abandonó la universidad después de dos años de estudio para dedicarse enteramente al arte y a la actividad política; atacó al presidente Arturo Alessandri y  las FFAA chilenas por lo cual Ibáñez del Campo lo expulsó de Chile, retornó a Bolivia en 1948. En La Paz fue designado Director de la Escuela de Bellas Artes; entonces se destacó en la actividad política nacional sufriendo persecución, prisión y destierro por su actividad como militante de la izquierda revolucionaria.

Llegó a Europa donde expuso sus pinturas en París, en Londres y más tarde en Caracas. Permaneció dos años en París donde dio conferencias en la Maison de L´Amerique Latine y participó en el evento político más importante de ese tiempo: el II Congreso Mundial de la Paz celebrado en París el 25 de abril de 1949 donde se reencontró con Pablo Neruda y compartió ideales y presencia con grandes personajes, Pablo Picasso, Joliot Curie e Ilya Eremburg. Firmó con ellos la Declaración comprometedora del evento y viajó a Venezuela donde tuvo una actividad prolífica como artista, escritor y político de gran vuelo, hasta su muerte.

Fue considerado como el poeta boliviano de mayor compromiso político y muy próximo al surrealismo. Se hermanó rápidamente con la sociedad venezolana, con artistas escritores  y políticos compartiendo vivencias con otros dos similares, el pintor  Jacobo Borges y el poeta venezolano que sufrió el destierro ordenado por Marcos Pérez Jiménez que llegó enmanillado a La Paz, Aquiles Nazoa.

El Manifiesto firmado por Luis Luksic proclamó lo siguiente: “Nosotros, delegados de los pueblos que hemos venido de 72 países de la tierra, mujeres y hombres de todas las civilizaciones, de todas las creencias, de todas las filosofías. Hemos adquirido plena conciencia del terrible peligro que amenaza aún al mundo, el peligro de la guerra. La ciencia, que debe asegurar la felicidad humana, es desviada de su destino y consagrada, por la fuerza, a objetivos de guerra. Proclamamos solemnemente que hemos mantenido libre nuestro pensamiento, que las propagandas de guerra  no han alterado nuestra razón. ¡La bomba atómica no es un arma defensiva! Estamos por la prohibición de las armas atómicas y otros medios de destrucción de los seres humanos…”.
“Estamos por la Carta de las NNUU contra todas las alianzas militares que conducen a la guerra. Estamos contra del aplastante fardo de las cargas militares responsable de la miseria de los pueblos. Estamos por la prohibición de las armas atómicas y otros medios de destrucción de los seres humanos. Exigimos la limitación del armamentismo de las grandes potencias y el establecimiento de un control internacional efectivo para la utilización de la energía atómica con fines exclusivamente pacíficos por el bien de la humanidad. Luchamos por la independencia nacional y la colaboración pacífica de todos los pueblos. Por el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, condiciones esenciales de la libertad y de la paz. Nos levantamos contra toda acción ofensiva que abra paso a la guerra, que restrinja las libertades democráticas o intente suprimirlas .Constituimos el frente universal por la defensa de la verdad y de la razón para reducir a la impotencia las propagandas que preparan a la opinión pública para la guerra. Condenamos el belicismo histérico, la prédica del odio racial y de la enemistad entre los pueblos. Sellamos la unión de los pueblos de la tierra y en un solo impulso lanzamos nuestras fuerzas en la balanza de la Paz. Permanecemos vigilantes constituyendo un Comité Internacional de los hombres de cultura y organizaciones democráticas por la defensa de la Paz en el mundo.”
“Que sepan las mujeres y madres portadoras de la esperanza del mundo, que nosotros consideramos como un deber sagrado la defensa de la vida de sus hijos y de la seguridad de sus hogares. Que la juventud nos oiga y se una, sin distinción de opiniones políticas y de creencias religiosas para barrer, de las rutas luminosas del porvenir, la matanza colectiva. ¡Hemos sabido unirnos!¡Hemos sabido comprendernos!”
“En nombre de 600 millones de mujeres y hombres, el Congreso Mundial lanza su mensaje a los pueblos de la tierra y les dice: ¡AUDACIA. SIEMPRE AUDACIA! Estamos preparados y resueltos a ganar ¡LA BATALLA DE LA PAZ!, es decir, ¡LA BATALLA DE LA VIDA!” París, 25 de abril de 1949.
Pasaron 64 años de ese evento y actualmente Estados Unidos de Norte América, Francia, Gran Bretaña, Israel, China, Rusia y al parecer Corea del Norte, Pakistán, Irán, son los países peligrosos en arsenal nuclear y otros avances científicos con peligro no solo de accidentes también de genocidio, etnocidio y delitos de Lesa Humanidad.
Con 155 plantas nucleares en Europa, el riesgo de un accidente previsible máximo es de 15.5%. En el mundo recientemente había 440 plantas nucleares correspondiente al 44% de un accidente previsible máximo a nivel mundial. Además, ya se probaron en Hiroshima y Nagasaky en 1945, también en Chernobyl en 1986 y en Fukushima hacen dos años.
En los 64 años posteriores los dueños del mundo usaron uranio debilitado en sus fusiles y lanzaron bombas Napalm, fósforo blanco, recientemente misiles y bombas químicas, y acumulan un arsenal nuclear capaz de destruir 25 veces el planeta Tierra. (Demostrado en el Congreso por la Paz organizado por el Humanismo de SILO, Madrid. España, noviembre de 1998). Cuando a Albert Einstein le preguntaron ¿qué armas se emplearían en la tercera guerra mundial, el sabio contestó: “no sé, pero en la cuarta, se usaran palos y piedras". Seguramente Luis Luksic conoció a Einsten en el Congreso por la paz y departió con él alguna picardía antiimperialista..

Finalmente, vuelvo a la interioridad del escritor y poeta Luis Luksic boliviano que se retrata a sí mismo en verso: “Ramos de huacataya / cierran la enredadera de mi voz. / Frutos de zarzamora revientan / en mis labios / y un ácido perfume / de callejuelas podridas de papel / inaugura el aluminio / de mis visiones. /.../ Soy el maní azul de los thantakjatus, / el santo manchado de las trastiendas. /.../ No ando al comienzo de las cosas, / tampoco ando al final. / Y un color multitudinario / me confunde en la / nada de mi yo”.

De ese intento surrealista torna a la seriedad conceptual de su ideología política cuando escribe: Creo que la cultura popular es la base de toda la cultura, el pueblo es la fuente de donde emana toda forma de expresión; el que quiere apartarse es porque  tiene una actitud que lo traiciona. Habrá una época de completa dignidad en que será posible que no existan ladrones ni vende patrias, ni los que se aprovechan del poder para embolsillarse inmensas sumas a costa de la vida del pueblo. Yo espero que toda la humanidad corra a la velocidad de la luz y que esa carrera sea para liberarnos a todos, absolutamente a todos, de la miseria, de las enfermedades, del desamparo”
De él conozco un importante ensayo, escrito para conmemorar el 400 aniversario del nacimiento de Shakespeare, estudio de análisis social y psicológico de la corte danesa que el autor escogió como escenario para el drama de Hamlet, que es un escenario de la vida. Y cuál es el material más duro que el mármol, más firme que el acero y más fresco que una flor, que en vez de envejecer rejuvenece, el material con el que está construido el Hamlet, ¿cuál es? Él mismo responde cuando Polonio le pregunta …¿qué lee Hamlet?, haciendo alusión a un libro que lleva en la mano y él contesta: «Palabras, palabras, palabras.» Una de ellas, una de esas palabras, puede matar, incendiar países, revelar sortilegios. Tienen ellas un poder mágico terrible, increíble. Confiar en la fuerza de las palabras es poseer el secreto más intenso del Universo….”
En el prólogo del libro, el hijo, Luis Carlos Luksic Nava afirma de su padre lo siguiente: “Luis Luksic se convirtió en un personaje muy querido y admirado en Venezuela debido tal vez a su generosidad, su sonrisa, su bondad, su alta calidad humana, intelectual y artística, su irreverencia ante los sistemas establecidos y pechoños, su rebeldía permanente y la pureza de su alma de niño”.
Gastón Cornejo Bascopé
Cochabamba 30 agosto 2013.
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REPRODUZCO ALGUNOS VERSOS DE LUIS LUKSIC
Luis Luksic (1910-1988)
Publicó Cantos de la Ciudad y el Mundo (1948) y Cuatro Poemas y Ocho Dibujos (1958).

Van tres poemas de este autor, tomados de Antología de la Poesía Boliviana: Ordenar la Danza (Selección de Mónica Velásquez Guzmán, LOM Ediciones, Chile, 2004).

YO

Ramos de huacataya
Cierran la enredadera de mi voz.
Frutos de zarzamora revientan en mis labios
y un ácido perfume
de callejuelas podridas de papel
inaugura el aluminio
de mis visiones.

Soy el metafísico sin sombrero,
el endomingado
que saluda a las gaviotas.

Soy el meditabundo
que tropieza con sus palabras.

Soy el maní azul de los thantakjatus,
el santo manchado de las trastiendas.

El mar me sale por los cabellos,
de mis oídos brota
la música y el rumor del mundo.

Soy el “con su música a otra parte”,
soy un fantoche, soy una alpargata,
soy un violín roto, un marco
de cuadro viejo. Soy la telaraña
de cuervos de mi pecho.
Soy capitán de piratas, camarero
de piratas, soy marinero
pirata, soy el gato de
las canciones, el tigre de las
hazañas, la humanidad que vuela
en el volantín de algas de tus ojos.

No ando al comienzo de las cosas,
tampoco ando al final.

Y un calor multitudinario
me confunde en la
nada de mi yo.


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