lunes, 22 de agosto de 2016

¡ME OPONGO!

Gastón Cornejo Bascopé
Cochabamba, agosto 2016

Siempre fui un crítico del carácter cuestionador y opuesto a todo proyecto constructivo del cochabambino en general que a diferencia del oriental está abierto a toda propuesta de ideas en favor del bienestar colectivo;  sin embargo, aquel refrán “Más sabe el diablo por viejo que por diablo” me ofrece la oportunidad de asegurar conocimiento  mediante el manifiesto testimonial.
Resulta que, en el afán de dominar todos los espacios del quehacer político, los prosélitos del partido oficialista proponen que el pueblo acepte un proyecto de ley para que las instituciones culturales principales de la nación pasen a dominio administrativo del Ministerio de Cultura, bajo tuición absoluta del gobierno.
Se sabe que en Potosí la propuesta fue rechazada de plano; no conozco el resultado en Sucre, pero en Cochabamba el plan debe ser rechazado, y en La Paz y Santa Cruz, por supuesto, donde están presentes y concentrados los mejores bienes históricos patrimoniales.
En pocos años de experiencia personal, di un cuarto de conversión respecto al manejo estatal de las instituciones. La intervención política partidaria se revela dramática y dañina en todo concepto de ineficiencia, improvisación, incorrección, daño por ignorancia; finalmente, corrupción detestable. Y esto sucede en todos los pilares económicos, sociales y culturales de la Patria: salud, educación, servicios, bienes ambientales, justicia y un largo etc.
Pretender que la Casa de la Libertad, la Casa de la Moneda, el Archivo Histórico Nacional, los museos, y todo bien patrimonial sea administrado por agentes políticos ignaros en cultura … ¡es un atrevimiento!
Pregúntenme qué pasó con Tiwanaku bajo tuición del Ministerio de Cultura: restauración de Akapana y protección, tratamiento y traslado de la Puerta del Sol alterados; adornos con piedras líticas de las fachadas domiciliares de los concejales; negocio ministerial-municipal del turismo; despido de arqueólogos especialistas para ser reemplazados por agrónomos, geólogos y periodistas del partido para restaurar la pirámide; oscuridad en el financiamiento japonés – Unesco para el Patrimonio de la Humanidad;  gravado inconsulto de 10% a todo proyecto educativo en el vice-ministerio de educación luego ministerio de cultura. Y en la Cancillería, el extravío de las pinturas originales de Bolívar y Sucre.
Y a nivel de gobernaciones y municipalidades, obedientes al dictado de fundar otro país: ofensa a la Galería de Prefectos en Cochabamba, a la columna de la Libertad de la plaza principal; descuido en el arte urbano y en la sustracción de todos los bronces de las estatuas. Tranvía metropolitano, estadio olímpico “Batán”, reactor de potencia nuclear, camino destructor del Tipnis, y un largo etc. etc.
Propugné que los medios de producción sean rescatados por el Estado  para lograr de ellos financiamiento, no para manejarlos al arbitrio. La meritocracia, concursos de méritos y exámenes de competencia, universales para todos los empleados públicos ante tribunales idóneos, debe implementarse en forma absoluta. Con la perspectiva de la descentralización y la autonomía, constitucionalizada desde el Referéndum de 1930, rescatada en la CPE- 2009, la exigencia colectiva debe centrarse en evitar toda intervención político-partidaria, manejo eficiente, evaluado y controlado de toda la administración nacional, a cargo de instituciones meritorias, honestas, responsables, independientes del poder ejecutivo.  ¡Sí, me opongo!

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