De
la interpretación de la misa, surgen
valores morales y detalles que relacionan los eventos del pretérito con la posmodernidad que
vivimos, enriquecidas ahora con las actuales concepciones bioéticas, un tanto alejadas
del saber jurídico, remarcables sobre el respeto a la vida y a la dignidad de
persona, se trate de cualquier ser humano y de cualquier tiempo en estudio; también
están conexas con el significado y la representatividad de signos y símbolos
que mensajeros nos llegan a la conciencia y a la abstracción intelectual.
Los
emblemas coloniales hasta la república fueron aquellos de la monarquía hispana:
estandarte real e imagen del rey, hasta el 14 de septiembre de 1810 fue la del
rey Fernando VII, ante los cuales se juramentaba fidelidad y precedían las
procesiones en la Villa de Cochabamba. Cuando el alzamiento de Tupac Katari,
por disposición del gobierno regional se envió un contingente de indígenas para
detener a los aymaras sublevados en 1781. Cinco años después de esa gesta,
Carlos III regaló a la villa el título de Ciudad Leal y Valerosa y fue él quien envió el escudo del león con las
diez cabezas de indígenas degollados; escudo que al parecer no tuvo el éxito esperado.
En cuanto al estandarte, Alejo Calatayud en 1730 y más tarde Esteban Arze en
1810, portaron bandera roja el primero y roja con sol naciente el segundo; y posiblemente
fue la que abanderó la victoria de Aroma. Según Ricardo Palma, banderas rojas y
negras cubrían San Sebastián en 1812 cuando se inmolaron las Heroínas.
El
escudo republicano de Cochabamba, el verdadero y conocido, con modificaciones municipales.
Adela Zamudio en 1901 fundó una academia de pintura, según Gustavo
Rodríguez ella dibujó
la silueta del Tunari, fue reemplazada por una balanza; se quitaron los
pabellones patrios, el cañón y los fusiles, se cambió el número y disposición
de las estrellas)
El escudo del Virrey Toledo, importado
también para la Municipalidad, apenas tiene 32 años. Ernesto Daza Rivero se
pronunció: “Exactamente. Por iniciativa de Adolfo Morales, Eduardo Ocampo Moscoso,
José Luis Baptista, a fines de los 70,
comienzos de 80, se restituyó aquel escudo real, en la gestión del
Alcalde Jorge Guzmán Ávila. El papiro con el escudo estaba archivado en el
despacho del Alcalde”. Facetas.
Los Tiempos. 8 noviembre 1998. (Wilson García Mérida).99
Finalmente,
no importa quien tuvo la iniciativa sino aquello que está detrás del símbolo:
el Virrey Toledo, el personaje genocida mayor de la Colonia; el Torquemada
creador de la Inquisición en Lima; el implantador de la Mita española (muy
distinta a la incaica original).
Por
formación académica, bioética y antropológica, el suscrito privilegia la
dignidad del ser humano sin distingo alguno, pero por conocimiento histórico,
doy realce al sufrimiento ancestral de nuestra media sangre indígena y salgo por sus fueros, de ahí el
dolor de ver el film de César Brie “Humillados y Ofendidos” en Sucre.
Insisto
en que el escudo de Toledo debe ser retirado. Es un insulto a la memoria de los
héroes inscritos en la sagrada columna de la libertad. Es el escudo de la
ignominia y la criminalidad colonial.
Gastón Cornejo Bascopé
Cochabamba, 16 de Marzo
2016.
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