martes, 20 de febrero de 2018

MADRE Y PADRE TUNARI

Gastón Cornejo Bascopé
Febrero 2018

DESPUÉS DE LA TRAGEDIA DE ENERO 2018 EN LA QUE EL LODO DEL LA TORRENTERA DE TIQUIPAYA CUBRIÓ Y ENTERRÓ VIVIENDAS DEJANDO LUTO Y DOLOR HUMANO.


Mi cordillera del Tunari. Crecí bajo tu augusta presencia de extraordinaria belleza y fue remarcable tu imagen en la interioridad de mi ser desde la más tierna infancia.
Recorrí tu cordillera elevada sobre brioso centauro, des Huayllani a Caluyo, sintiéndome triunfador de valientes combates de ensoñación juvenil; sobre hermoso caballo, lleno el imaginario, entre ventiscas y truenos, orillando lagunas, repasando la extendida estructura del khapaj Ñan incaico construido por nuestros mayores. En mis viajes repetidos subía el repechón de la cuesta, bestia y jinete jadeantes, volvíamos, en escala ascendente, la mirada al valle, la turquesa nuestra, poblada de molles y sauces llorones.
Fue mía tu forma, tu esencia, tus nieves, tu naturaleza intrínseca de rica existencia, tus aves excelsas, vicuñas, alpacas y llamas de pieles sedosas. Desde entonces sé que las lomas y meandros de tu superficie retienen el líquido claro del cielo en húmedos lagos. Los sueños guardan para mí tu hermoso paisaje de glaucos colores, colinas surcadas de siembras, laderas curvadas de rocas y empinadas cumbres de níveas coronas.   
Los encuentros y viajes tuvieron su término; advino el viaje a Chile, a cumplir promesas, a llegar a médico, a servir a los campesinos de Palca y Caluyo. Como una tempestad llegó el Movimiento, la reforma agraria, el divorcio de tus habitantes y el rencor hincó sus rodillas en todas las almas.
Ya médico, maduro de instancias, asistí a la cita del sabio Alejandro Ovando S. que contó las penas de la cordillera de Cochabamba, que ésta tenía las dotes de un parque natural y abrazaba la ciudad del valle; que sus formas eran femeninas y su rostro tenía la imagen de un digno monarca: el Tunari. Don Bennu Marcus inició el cultivo de árboles plantando eucaliptos para enriquecerla. Luego, persistió la trágica historia.
Reciclados seres de oscuro horizonte la fueron dañando, talando y sembrando cemento al pie de los cerros, de sus torrenteras; violando los conos sensibles de deyección natural a sus faldas. Avasallamiento, comercio de tierras, construcción de casas, bosque del cemento en lugar de árboles, muros en lugar de flores.
Yo sé, el parque es un ser vivo que se auto regula, se mantiene incólume y a pesar del odio de los gobernantes, protege la vida del hombre valluno; generoso acompaña el ciclo vital de los nuestros y de los futuros, entrañables seres que amamos.
La agresión continua, la depredación, el ambición de insanos políticos, es una ofensa a su natural derecho de existencia digna. Quienes admiramos al Parque Tunari, percibimos la red interactiva entre el Parque y nosotros, surgen entre ambas presencias niveles de emotiva subjetividad y de enriquecida historia.
Las quemas y talas, el abandono de autoridades responsables, la rotura de sus praderas en pos del comercio urbanizador, la hirieron y el daño hoy se expresa con síntomas de reservado pronóstico. Ha estallado enfermo y furioso el Parque cual paciente en caquexia vomitó sus males sin reserva alguna, destruyendo vidas y enterrando casas.
Ante esta tragedia, con piedad le pido, en rezo profundo, que amaine sus furias, que tenga piedad de los inocentes. Responde impasible y advierte: ¡Los cochabambinos han olvidado que la humanidad es un vasto universo en evolución dinámica, que la tierra entera es nuestro hogar y es vida! ¡Que es nuestro padre y madre; por tanto, merece nuestra reverencia, respeto a su dignidad y honor al común destino, a nuestro parentesco!
Su mensaje va dirigido a los jóvenes de corazón tierno, que exijan cuidado de las torrenteras, se deje limpios los conos de deyección, se cuiden los árboles que insumen acuíferos, no más casas de urbanización ni fríos cementos.
Parque Nacional Tunari, Padre y Madre nuestro, que estás en los cielos de nuestra querencia.

2 comentarios:

  1. hermoso homenaje a la Cordillera del Tunari, de un hijo de la Tierra y fiel devoto de la naturaleza que nos brinda tanto. nos refiere sus tempranas incursiones porque sus padres desde Sacaba poseyeron la heredad hasta las elevadas Cumbres. somos testigos de su amor por esa montaña que con justicia llama Gastón "madre y padre de los cochalas". me inclino reverente ante tanto amor y no quedan palabras de admiración y respeto por esta invocación a respetar la natura tan próxima a la llajta.

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  2. Gracias MIL querido Gastón. VOY A COMPARTIR CON UN GRUPO DE ACTIVISTAS QUE LUCHAMOS PARA QUE NUNCA MAS VUELVA A OCURRIR LA TRAGEDIA del 2018. Abrazote de guerrera quienquiera, amante del Tunari

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